Israel y los helados

Gracias a la prensa de papel, uno se entera de cosas que nunca dan las teles, pues estas solo buscan entretener y no fastidiar. Sí, porque una noticia de desgracias, inundaciones, terrorismo, homofobias, delitos sexuales, etc. son desgracias, pero a la gente le gusta lo mórbido, incluso con desgracias como las que lleva protagonizando Rocío Carrasco y su guardia civil desde hace meses.

Hay otros temas que, aun pudiendo ser incluidos dentro de la desgracia, son de los que rápidamente se olvidan, porque se habla de ellos, una única vez, no se repiten como una pandemia, o cualquiera de las desgracias antes citadas. En esta ocasión, los protagonistas son los «helados» y el «odio a los judíos». Y por qué hacer una «comparativa» (ahora se cometen este tipo de atropellos gramaticales) entre esas dos entidades?

Al grano, que diría el agricultor. Aquella metáfora de la mariposa y las repercusiones de su aleteo al otro lado del mundo del punto donde estaba el insecto? Pues cambiemos a la mariposa por los helados, esa rica golosina tan deseada sobre todo, en épocas de calor sofocante para refrescar la garganta. La famosa marca de helados estadounidense Ben and Jerry´s, en coherencia con su ideario político, ha anunciado la cancelación de sus ventas a los aproximadamente 650.000 residentes israelíes, que «okupan» ilegalmente territorios palestinos. La compañía explicaba en su comunicado que «considera incompatible con sus valores, que sus productos se vendan en «los territorios ocupados de Palestina». Lo que en Israel debiera de haberse tomado como un «capón» en la cabeza y haberles hecho meditar sobre las consecuencias de sus actos en el exterior, por contra, el gobierno hebreo considera que la compañía fabricante de los helados, «se rinde así al terrorismo y antisemitismo». EL gobierno hebreo amenaza con represalias y argumenta que «….hay solo un Estado judío», ergo los palestinos, que se chinchen.

El anuncio de Ben and Jerry´s, entra dentro de la campaña BDS, siglas de boicoteo, desinversión y sanciones que tienen por finalidad concienciar a las empresas e instituciones de la ilegalidad de los asentamientos judios en Palestina.

Los asentamientos, unos 200, en la margen izquierda del rio Jordán en Cisjordania, son parte integral de la Palestina histórica, o de las bíblicas regiones de Judea y Samaria. La compañía de helados, hace una distinción entre el «Israel soberano», reconocido internacionalmente y los «asentamientos israelíes que son ilegales e ilegítimos» según la legislación internacional.

Lo esperpéntico es la reacción del ministro, un tal Lapid, quien define la decisión de la heladera como «un acto de cooperación con el terrorismo económico teñido de fobia a los judios». El cinismo ilimitado del gobierno hebreo, les lleva a acusar a «los palestinos de no querer negociar la paz y no por ello se debe castigar a Israel»

Históricamente han existido las fobias hacia los judíos, sin que hayamos de ir en este momento buscar las causas. Ahora, Israel sabe cómo granjearse hacia el pueblo judio, un «nuevo odio», un motivo que ellos, los judíos, necesitan para seguir exigiendo «el pago de la deuda histórica» que la humanidad tiene con ellos, con los judíos por haberlos tratado tan mal. Sin querer ser mal pensado, esta estrategia, teórica desde mi punto de vista, recuerda el caso del personaje de El mercader de Venecia, Shylock, retrato de un judío usurero despiadado, que no duda en exigir el pago de una deuda, con una libra de carne del cuerpo del deudor tal como reza el contrato, en caso de no haber sido devuelto el importe de aquella. Puede decirse que hubiese en Shakespeare signos de fobia hacia los judíos a finales del siglo XVI?

Publicado por

marcelenlahistoria

Profesor de Historia, Politólogo, UCM Master Políticas Públicas, UCM

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